La carga alar es la relación entre la masa de las alas y su superficie. El buitre leonado tiene una carga alar elevada, del orden de 7.7 g/cm2, cosa que hace que no utilice el vuelo batido (volar con el impulso de las alas) más que para moverse por los acantilados en días de niebla o lluvia, no superando distancias de 1Km. Es por esta misma razón que gusta de encontrar la comida en pendientes despejadas donde podrá elevarse más fácilmente.
En sus desplazamientos largos usa el vuelo a vela y el planeo. El vuelo a vela consistente a dejarse elevar por las térmicas (las térmicas son masas de aire recalentado que tienen un movimiento ascendente) o las ascendencias orográficas (el aire se desplaza hacia arriba porque encuentra un obstáculo físico). El planeo consiste en dejarse caer de la térmica para desplazarse horizontalmente a la vez que se va perdiendo altura hasta encontrar otra corriente de aire ascendente. Así, saltando de térmica en térmica, pueden recorrer grandes distancias sin gastar energías en el vuelo batido.
En sus desplazamientos largos usa el vuelo a vela y el planeo. El vuelo a vela consistente a dejarse elevar por las térmicas (las térmicas son masas de aire recalentado que tienen un movimiento ascendente) o las ascendencias orográficas (el aire se desplaza hacia arriba porque encuentra un obstáculo físico). El planeo consiste en dejarse caer de la térmica para desplazarse horizontalmente a la vez que se va perdiendo altura hasta encontrar otra corriente de aire ascendente. Así, saltando de térmica en térmica, pueden recorrer grandes distancias sin gastar energías en el vuelo batido.