EL QUEBRANTAHUESOS (GYPAETUS BARBATUS)

Con su asombroso plumaje color fuego y su larga cola en forma de rombo poca gente lo asociaría a un ave carroñera, pero en realidad se trata de la más especializada de nuestras aves necrófagas. Su alimentación se basa en la parte ósea de la carroña, consumiendo así el alimento que los otros buitres son incapaces de asimilar; en la naturaleza nada se desaprovecha.
Maravilloso buitre de fuego
Pico acerado y ganchudo de color marfil, máscara negra que se une al mechón de vibrisas negras que crecen de base del pico formando la “barba” que da pie a su nombre científico, iris amarillo enmarcado en anillo esclerótico rojo sangre, garganta, pecho y vientre de color ocre y manto oscuro. Esta es la descripción de un ave que ha estado a punto de extinguirse en nuestro país y que todavía está en un estado de conservación bastante delicado. El ave fénix de las antiguas leyendas merece nuestra atención y protección para no dejar de alucinarnos con su magnifico porte.
Un hermano africano
Hay aceptadas dos subespecies de quebrantahuesos, la subespecie nominal Gypaetus barbatus barbatus, que habita Europa, Asia y norte de África y Gypaetus barbatus meridionalis, que habita el este de África.

El quebrantahuesos se tiñe las plumas
Pues no, los humanos tampoco hemos inventado los tintes, el quebrantahuesos ya los conocía y los usa para colorear de ocre su plumaje pectoral blanco.
Desde hace tiempo los ornitólogos habían estado intrigados por la variación cromática del plumaje del pecho y el vientre del quebrantahuesos adulto -que va des del blanco al anaranjado intenso- llegando a proponer la separación en diversas razas. No obstante pronto se descubrió que el plumaje natural de nuestro amigo es blanco y que toma su color de los baños en charcos de aguas ricas en óxido de hierro.
Es asombrosa la imagen de un quebrantahuesos bañándose en charco de montaña y extendiendo el tinte naranja con su pico hasta conseguir su fascinante plumaje fuego.

Jóvenes oscuros
Este precioso plumaje de adulto aparece a partir de los 5-6 años. Los quebrantahuesos más jóvenes son bastante más oscuros, siendo prácticamente de color oscuro uniforme hasta los 3 años, edad a la que empieza a aclarase el plumaje de cabeza, vientre y el pecho.

Alimentarse de huesos

En busca de alimento
El quebrantahuesos puede pasar gran parte del día (hasta el 80% de la actividad diurna) buscando alimento. Prospecta desde el aire en espera de descubrir algún indicio, ya sea directo (la carroña) o indirecto (aves indicadores como córvidos, milanos u otros buitres).
El quebrantahuesos tiene una carga alar (relación entre el peso y el tamaño de las alas) muy reducida, del orden de 5.6g/cm2, mientras que en el caso del buitre leonado es de 7.7g/cm2. Este hecho le permite volar en condiciones que los otros buitres no pueden hacerlo. Así pues puede salir muy pronto por la mañana sin necesidad de esperar a las grandes térmicas que lo eleven; entonces vuela bajo, bordeando las laderas y saltando de una a otra.
Para elevarse, al igual que sus hermanos buitres, remonta las térmicas en círculos y cuando ha alcanzado el punto óptimo se desliza hacia la dirección deseada hasta llegar a otra térmica que lo eleve, recorriendo así grandes distancias con un mínimo esfuerzo. Tampoco es raro ver volar al quebrantahuesos en medio de una nevada en busca de un esqueleto al que hincarle el pico.
Al rico hueso
El sistema digestivo del quebrantahuesos está perfectamente adaptado a tan singular alimentación.
Tragar huesos grandes:
-Los maxilares pueden abrirse hasta 9 cm, gracias a los ligamentos elásticos y las comisuras del pico, escondidas por las plumas, se sitúan bastante por detrás del ojo.
-Paredes del esófago muy reforzadas y elásticas, pueden dar cabida a una pata de cordero.
Digerir:
-Los ácidos gástricos de su estómago pueden digerir la materia ósea, obteniendo una proteína muy nutritiva denominada osteína, el quebrantahuesos no se alimenta solo de la médula de los huesos sino del hueso en si.
-Por el contrario no puede digerir materia cornea como pelos, pezuñas o uñas y la expulsan en forma de egagrópilas.

Alimentando al pollo
En sus primeras semanas el pollo es alimentado con carne, posteriormente se le irá iniciando al consumo de huesos que serán cada vez más grandes. Estos huesos y patas no son ofrecidos directamente al pollo sino que primero son preparados por los adultos rascando con el pico para eliminar asperezas o crestas en los huesos o quitar los pelos adheridos a la piel.
El arte de quebrantar
Los huesos más grandes, que no pueden ser ingeridos directamente, son despedazados por el quebrantahuesos a fuerza transportarlos a los rompederos y lanzarlos desde el aire.
Los rompederos pueden estar formados por pedrizas o por rocas compactas y se sitúan en zonas despejadas donde el buitre pueda maniobrar. La inclinación de las laderas donde se sitúan los rompederos suele ser elevada, del orden del 45% o más, de manera que se favorece los choques y rebotes de los huesos al caer.
Los huesos son transportados a los rompederos y soltados desde alturas que pueden ir de los 20 metros a los 150 metros, aproximadamente. Después del lanzamiento el quebrantahuesos empieza a bajar en espiral hacia el suelo donde busca e ingiere los fragmentos. Si no ha tenido éxito vuelve a lanzar el hueso otra vez hasta conseguir romperlo.

Anécdotas del quebranta

Esta nota de campo la hemos sacado del libro “El quebrantahuesos” de Jean-François Terrasse, el cual os recomendamos a todos l@s amantes del buitre de fuego:
M. Razin observó un joven quebrantahuesos al que un buitre leonado intentaba robar el hueso que estaba descarnando. “Irritado”, el quebrantahuesos levantó entonces el vuelo con su hueso y, al regresar a unos pocos metros de altura lo soltó justo en la vertical del buitre posado, el cual se sobresaltó cuando el hueso pasó ¡a unos pocos centímetros de su cabeza!